¡Me alegro decir que este es el primer puesto en español de este blog, pero el último no! Este semestre he estudiado en el extranjero en España y voy escribiendo un diario de viaje, lo cual formará parte de un proyecto escolar/memoria de que hablaré más en el porvenir. Por ahora, les presento cuatro puestos procedentes de ese diario. Su contenido tratará de dos viajes que hice este semestre, el primero durante Semana Santa y el segundo durante la Feria de Sevilla (15-21 abril). Escribía mucho durante esas vacaciones, demasiado para incluir en la versión final del proyecto; no obstante, estas entradas me parecen perfecto para este blog, y este blog, en que puedo incluir fotos, me parece un formato perfecto para estas entradas. Entonces, ustedes pueden considerar estas escrituras las escenas inéditas de mi memoria, o si quieran, las pueden leer como si fueran su propia obra. Me da igual, pero en todo caso espero que los disfruten.
Este primer puesto trata de mi estancia en Barcelona.
22 de marzo, 22:09
Estoy en el tren Renfe, en ruta al barrio Eixample de Barcelona, en que se ubica mi hostal. Estoy escribiendo estas palabras a mano, con un lápiz y un cuadernito. Todos mis entradas, desde ahora hasta el final del Jueves Santo, escribiré en este cuaderno, porque no he traído mi ordenador portátil. Pese demasiado, y estoy viajando ligero.
El plan del viaje es así:
- Vuelo a Barcelona el jueves por la tarde. (Ya hecho. Vale).
- El viernes irme a Montserrat.
- El sábado andar por Barcelona, y a las 23:30 salir en autobús para Madrid.
- Dormir en el autobús. (Con este truco espero ahorrar dinero por no pagar por una noche en un hostal).
(Ahora mismo el Renfe va entre Prat de Llobregat y Bellvitge.)
- El domingo hacer cosas en Madrid. Tomar chocolate con churros en San Gines. Etcétera.
- El lunes pasar el día en Toledo.
- El martes, en El Escorial.
- El miércoles hacer más cosas en Madrid y después salir para Villafranca de los Barros.
- El jueves, irme a Mérida (solo duermo una noche en Villafranca para pasar el próximo día en Mérida, porque no hay hostales en esa ciudad, y el alojamiento más cerca está en Villafranca).
(Ahora mismo hemos partido de Bellvitge, y vamos para Barcelona Sants, en cual bajaré).
- Y regresar a Sevilla el jueves por la noche.
22 de marzo, 10:41
Estoy en la tren del línea R5, con destino del Monistrol de Montserrat. Desde el Monistrol, iré por la cremallera al propio Montserrat. Pero bueno, ya debo hablar del vuelo la noche pasada.
Volé por la aerolínea Ryanair, lo que es conocido entre los estudiantes por tener los vuelos más baratos en Europa. La empresa cumple este hecho por restringir las maletas que se pueden traer, y por cargar dinero para las cosas que suelen ser gratuitas en la mayoría de los vuelos. Esto está en plena vista desde el momento en que se compran los billetes. Pero el otro truco solo va mostrándose poco a poco, y se revela por completo solo al partir el avión. Ese otro truco es la propaganda. Los ayudantes son, más o menos, adbots.
Me explico.
Mi tercer año de escuela secundaria, escribí una obra de teatro que se llamaba The Trial of Adbot 579 (El juicio del Adbot 579). Esta obra tenía lugar en el futuro, y se enfocaba en un barman robótico. La trama de esa drama no importa ahora; lo importante es el worldbuilding (desarrollo y descripción de los elementos ficticios de ese futuro). Mi idea, inspirada por spambots, era que un bar o una tienda solo tendría bastante dinero para comprar o alquiler a un empleado robótico si también se vendiera al robot a empresas como espacio de publicidades. Entonces cuando los adbots hablan con patrones, siempre conducen la conversación al tema de un producto, un perfume que hay que comprar, un coche maravilloso, etcétera.
(Hemos llegado al Aeri de Montserrat).
Pues, los ayudantes eran prácticamente igual. ¿Quieres leer? Vale, toma esta revista de productos.
(Estamos aquí ya).
(Vale. He bordado la cremallera, y en poco tiempo partimos. Continuo).
¿Quieres boletos de sorteo? ¿Quieres meriendas? Oye, puedes recibir un descuento para el hotel tal y cual, pero solo mientras volamos, ¡date prisa date prisa que llegamos pronto!
Exagero, pero por poco. Estar en ese avión era como estar en Times Square, pero más surreal, porque las advertencias se manifestaban en hueso y carne. Ad-humanos.
Eso es todo. En cuanto a hoy, me duché y comí un desayuno de café y un croissant en El Mos. Entonces compré provisiones para el día en Montserrat (comida, agua) y ahora subimos la montaña.

12:51
Tensión. Se impregna la Basilica de Montserrat de tensión. El punto de interés, en vez de una cruza pegada en un retablo grande de plata y oro, es una cruz pequeña que se colga de un anillo de hierro enorme, anillo que también se colgan por cuerdas de metal. Además, se colgan lámparas sobre todos los capillos. Y se suspende un silencio predominante sobre todo el mundo. En pocos minutos, empieza la escolonía.
16:16
Estoy sentado en Sant Jeroni, la cima de Montserrat. Se dice que puedes ver Cataluña por completo desde este sitio. Parece verdad, porque veo los Pirineos, y el mar, y un alfombra de bosques y villas y ciudades.
Es increíble la libertad de exploración que provee esta vista. Puedo viajar por toda Cataluña con los ojos. Puedo extender mi brazo y alcanzar las montañas de Francia. Puedo pasar por las calles de Girona por vislumbrar. Puedo mirar la línea borrosa del horizonte y ir a la deriva sobre el océano.

- No traje bastante agua, y, claro, es importante mantenerse hidratado durante la caminata larga por las montañas. Entonces, he tenido que comer helado a veces. Hay bancos de nieve, y cuando encuentro un banco limpio (o casi limpio), agarro un puñado de nieve y lo como. Esto me sirve, más o menos.
24 de marzo, 10:30
No se puede dudar: el café es una droga. Esto es obvio, porque tiene cafeína. Pero nunca me ha sentido esto más que ahora, con mi primer sorbo de café en La Danesa.
Hoy día, ya lo sé, será medio miserable. Hoy día, ya lo he experimentado, es medio miserable. Y este día era lo que había asignado como el día de andar por Barcelona; por las ramblas y Par Güell y todo eso. También hoy tiene lugar la March for Our Lives de Barcelona, a que quiero asistir. Ya me he despedido del hostal, entonces no tengo un sitio para refugiarme. Será un desafío este día.
Bueno, esta mañana después de despedirme, anduve por las ramblas, pasé al lado de la Casa Batlló y La Pedrera y luego marché para la Sagrada Familia. La lluvia no era muy pesada, pero era constante. Para mantener fresco y no sudorosos los pies, se diseñan mis zapatos para respirar, lo que significa que cuando se meten en una charca o hace lluvia, se ahogan. Entonces, “medio miserable”. Estoy en Barcelona, y hay mucho para disfrutarse. Pero las extremidades de mis calcetines son mojadas, y por eso el día se queda solo medio agradable.
Antes de llegar a la Sagrada Familia, paré dónde estoy ahora, La Danesa, y pedí un café con leche y un croissant. Y por el primer sorbito, esa mitad de misericordia se desvaneció. Por supuesto, regresará, pero por ahora el café me sirve como una inmunización en contra del gris del día.
14:06
“Medio miserable” quizás era demasiado conservador. Tres cuartos miserable, mejor.
- Mis pantalones: mojados.
- Mis calcetines: mojados.
- Mis zapatos, mi pelo, mi chaqueta: mojados.
- Este cuadernito: se ha mantenido seco por ser enterrado adentro de mi mochila, pero
- El exterior de mi mochila: mojado.
He corrido desde iglesia a iglesia, utilizándolas como refugios de la lluvia, y sitios para descansar y quitarme la mochila, lo cual guarda todo lo que he traído en este viaje (y lo que pesa cada vez más por el agua que absorbe). Pues, he las utilizado en la manera por cual se construyeron: santuarios; espacios de tranquilidad. Con la cabeza bajada y las manos junto a la boca para calentarlas, probablemente parezco un parroquiano que está rezando.
He de decir, después de ver la Basilica de Santa María del Mar y la Iglesia de Belén, se aprecia el espacio negativo en las iglesias aquí mucho más que en Sevilla. Amor vacui, se podría decir. Todavía se evoca una sensación de ser pequeño en estos sitios, pero con esta sensación no estás solo. También es pequeño Jesús, es humano, es un enano en el salón de un gigante. También es pequeña Santa María, y mira la fuerza y tranquilidad que muestra ella sobre el altar. Sé valiente. Somos pequeños, pero somos divinos.
Ahora estoy escribiendo esto en 365, una cadena de cafés. He venido desde el mercado de la Boqueria, en que compré unas nueces con sal y miel. Me iré pronto a la Virreina Centre de la Imatge, lo cual tiene entrada gratuita.

- Lo positivo: Ayer se ensuciaba mis zapatos por el barro de los caminos de Montserrat. Ahora, ¡la lluvia ha los limpiado!
- Las iglesias son los únicos lugares que me aceptan pasar adentro, bajo su techo, y sentarme en sus asientos, sin pagar para justificar mi existencia ni comprar ningún producto. Santuario.
22:31
Lo peor de hoy era antes de y después de llegar a la Parroquia de Santa Ana, alrededor de las cuatro por la tarde. Era helado, los pies ahogados, lluvia en los huesos. Cien por ciento miserable. Sin embargo, desde entonces el día iba mejorando. Fui a la protesta de la March for Our Lives en la Plaza Catalunya. Éramos pocos, pero una cantidad respetable, en vista del tiempo y el hecho de que tenía lugar la manifestación en Barcelona, no en una ciudad estadounidense. Nos rodeaban las tiendas de los protestantes independentistas, con banderas enormes de blanco, azul, amarillo y rojo. En el centro de la plaza, se desplegaban en un círculo 17 zapatos empapados.
La imagen que no me dejará nunca de esta protesta es la de la organizadora de la manifestación, con un cartel en una mano y su discurso en el otro, lo cual leía en voz alta, gritando para ser audible a pesar de la lluvia y las ráfagas, y a su lado un hombre con un paraguas sostenido sobre la cabeza de la organizadora, y, al lado del hombre, un niño con otro paraguas para cubrir el hombre y su mismo. Todo eso entre un pequeño círculo apretado de jóvenes y viejos, bajo un diluvio sin ceso y un cielo profundamente gris y frígido.
Después de la protesta, fui con unos protestantes a un café. Tomé un café con leche y los escuché.
Dos hermanas de Washington D.C., en vacación en Barcelona.
—Tengo amigos que trabajan bajo Mueller, y es que … él es muy detallista … está tratando de construir un caso que sea airtight. Llega el caso.
Tres profesoras estadounidenses que ya enseñan en Barcelona.
—Ha sido un año difícil en Barcelona, por el 1-O, y luego por el atentado, y Trump …
—Hay personas que son, como, más extremo. Cuando sales de Barcelona, y te encuentras con la gente que … como, los catalanes catalanes, ¿sabes?, los cuales no hablan español …
Y otro que no recuerdo que hace, pero que trabaja ahora en Barcelona, y era militar de los Estados Unidos hace unos años.
—Y es que, nos hacían guardar las armas … tenían que guardarse las armas en taquillas cerradas cuando no se usaban, había regulaciones.

Una tertulia. Lo que todos teníamos en común, además de ser americanos, era una pena de no ser en los estados unidos para participar. Las de D. C. perdía la marcha principal de March for Our Lives en su propia ciudad, por ser en vacación hoy. Una de las profesoras era de Las Vegas, y había tenido una experiencia horrible cuando ocurrió el tiroteo allá hace seis meses, y claro ella estaba al otro lado del mundo en Cataluña. Todos los que estaban en España cuando ganó Trump dijeron que se sentían como era broma, un sueño no creíble, cuando lo oían. También, estoy seguro, todos hemos tenido un vínculo, más directo o menos pero supuestamente fuerte, con una escuela en que ha ocurrido un tiroteo. FSU y UI, para mí. Una de las mujeres de D. C. asistía Virginia Tech al tiempo en que pasó la matanza allá (la cual es la primera de que puedo recordar mirar noticias).
Todo eso teníamos en común antes de la manifestación. Ahora, también hemos compartido en actuar. Era una acción no grande, una acción oscura y pequeña comparada con las manifestaciones enormes de los EE. UU., pero lo más que podemos cumplir aquí, lejos de casa. Si solo sirve para mejorar los espíritus, pues vale, hemos hecho algo. Lo cierto es que el final de este día ha salido mejor que el principio y que la pena de ser un espectador impotente durante este movimiento ha bajado por esa acción.
Debo dejar de escribir. Parte pronto mi autobús.